domingo, 4 de agosto de 2013

De la libre traducción e interpretación de los nombres de las calles en alemán y de cómo la intuición no siempre falla


 
“Para apreciar el verdadero valor de una gran sonrisa dulce, tal vez fuese preciso haber saboreado previamente la amargura de unas cuántas lágrimas saladas”

 

Afortunadamente no todo lo que concierne al hecho migratorio es llanto y lamento. Un ejemplo: los problemas de comunicación.

“¿Cómo? Si acabas de decir que no todo son desdichas y calamidades. ¿Más problemas?, ¿es que estás loco?, ¿acaso tenemos doble personalidad? Debemos reunirnos los dos cuanto antes”.

Efectivamente, más problemas. En este caso el problema no sería el problema en sí, sino la forma de afrontarlo. La comunicación cotidiana a través del uso de un lengua ajena a la materna da pie a multitud de equívocos, malentendidos y anécdotas, que también irán cobrando el protagonismo que merecen en este nuevo espacio.

Hoy, sin ir más lejos (bueno, en realidad a Stein am Rhein. He de reconocer que cerca no está), mientras paseaba por su centro encantado (encantado yo, aunque el centro también es encantador, claro), he descubierto alguna de las posibilidades (tal vez sólo una, pero ya es más que nada) de un juego que propongo: interpretar y traducir libremente los nombres de las calles del alemán al castellano, dejando como guía única a la intuición. "Alemán creativo para españoles intuitivos", o algo así, podría llamarse.


Ahí van un par de propuestas:



 
 
 
 
“Schwarzhorngass”, que significa algo así como “Callejón del cuerno negro”, podríamos rebautizarlo como “Horno de gas negro”.

 
 


 
“Rathausplatz”, para un español creativo podría querer decir la “Plaza de la casa de los ratones” en realidad no es ni más ni menos que la “Plaza del Ayuntamiento”.



Por supuesto, cualquier aportación, sugerencia o comentario serán bienvenidos y al final del curso “Alemán creativo para españoles intuitivos” se obsequierá a los participantes con un estupendo diploma acreditativo (absoluta y rigurosamente bilingüe) e incluso con un vino de honor, dudoso, pero honor al fin y al cabo.
 
 
 

1 comentario:

  1. Pues ya que lo has mencionado, lo de nombrecito ese de “Rathausplatz” está que ni "pintao" para ponérselo a todas las plazas de los Ayuntamientos de España. Por lo de los ratones, digo. Igual peco de superficial, pero es que me ha hecho gracia... no sé.

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